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17 de marzo de 2016

Recuperación del turismo rural a la vista

Tras unos años extremadamente duros para gran parte de los dueños de las más de 15.500 casas rurales presentes en España, parece que se comienza a vislumbrar la luz al final de un largo túnel que comenzó allá por el año 2009, pero que dejo su huellas especialmente durante los años 2012 y 2013 con caídas en el número de pernoctaciones en alojamientos rurales de un 2,5% y un 7,7% respectivamente durante esos años.


La crisis económica golpeó con especial dureza un sector que depende de forma excesiva en el turista nacional, suponiendo el 85% de los clientes de alojamientos rurales y que concentran sus reservas en períodos de vacaciones o puentes.

Para paliar los efectos de la crisis y buscar atraer clientes, muchos de los propietarios de casas rurales se vieron obligados a rebajar mucho los precios y hacer ofertas agresivas para sobrevivir.

Dos años seguidos de crecimientos en el número de pernoctaciones confirman la recuperación de un sector que no obstante no puede relajarse. "La crisis ha puesto de manifiesto las debilidades y los retos a que se enfrenta el turismo rural". Y es que se ha visto como los problemas de este sector no son solamente fruto de la situación, sino en gran parte estructurales, de la forma en la que suele trabajar este área.

La promoción, una parte fundamental del negocio, es muchas veces ninguneada con una inversión en publicidad mínima y con sólo un 43,3% de propietarios de alojamientos rurales que se dedican en exclusiva a gestionarlos.

La promoción por parte de las autoridades de la oferta de turismo rural es también insuficiente según los expertos, algo en lo que se diferencian y nos aventajan enormemente países como Italia o Francia y que provoca que todo aquello alejado del tradicional “sol y playa”, lugares donde la crisis del sector ha sido más leve, sea ninguneado y prácticamente desconocido para el turista extranjero.

Destinos del interior del país con una amplia oferta cultural y de naturaleza como Albacete o Extremadura son olvidados por las instituciones y desconocidos por los turistas, especialmente los extranjeros. 

Por tanto para que el sector sea competitivo es necesario adaptarse y igualarse con los países de nuestro entorno a nivel de profesionalización, con dedicación exclusiva por parte de los propietarios y una mayor modernización en cuanto a las posibilidades que ofrece internet en cuanto a gestión de reservas y a publicidad, el aumento de la oferta para una clientela diferenciada, como turismo de aventura o romántico, y la prioritaria atracción de turismo extranjero.