Vuelta a las raices

De unos años a esta parte la afluencia de público a los alojamientos rurales se ha visto incrementada, pero ¿que busca realmente este tipo de cliente? En un principio el cliente buscaba un acercamiento al entorno rural con lo que esto conlleva, es decir, tranquilidad, ausencia de ruido, alimentos naturales y cercanía con la gente, en definitiva una vuelta a sus raíces.
Como todo este tipo de turismo ha ido evolucionando convirtiéndose cada vez más en una toma de contacto con el campo y sus costumbres, buscamos destinos en los que podamos coger a diario productos de la huerta, o incluso algún valiente llegue a ordeñar. En un principio las instalaciones de las casas no eran buenas, pero tampoco era lo que se buscaba, ahora afortunadamente con el incremento de la oferta de estos establecimientos la calidad ha ido en aumento.

Un alojamiento rural que se precie en la actualidad ofrece todo tipo de servicios, desde bañera hidromasaje hasta una perfecta conexión a internet, eso sin olvidar un desayuno contundente de toda la vida, muy alejado de la bollería industrial.

Casas rurales adaptadas

El turismo en general, y el turismo rural en particular tienen una asignatura pendiente con la adaptación de sus instalaciones para hacerlo accesible a todo el mundo. Según el Instituto Nacional de Estadística, en España hay más de 13.000 casas rurales dadas de alta, y de ellas solo un 16% están adaptadas y son accesibles a personas con movilidad reducida.

Por comunidades Autónomas la que tienen más casas adaptadas es el País Vasco con un 37%, seguida de Galicia con un 33% y Andalucía con un 24%. Sería imprescindible la obligatoriedad a todas las casas rurales de esta adaptación, las administraciones públicas deberían prestar ayudas a las casas para esta adaptación.
Asturias,  una de las pioneras en este tipo de turismo se encuentra a la cola de este porcentaje con un  7% de sus alojamientos adaptados.

Campaña contra el intrusismo

La implantación de las estrellas verdes para unificar todas las clasificaciones de turismo rural, ayudará a diferenciar los establecimientos legales de los que no lo son, y a la vez atraerá a un turismo internacional deseoso de poder diferenciarlos. A partir del 2015 se planificarán campañas en Alemania, Francia, Portugal y Reino Unido, para la captación de clientes interesados en este tipo de turismo. 

 
El intrusismo es una guerra abierta en todos los sectores del turismo, pero con mayor hincapié en el turismo rural, cualquier persona con una casa en el campo o en el pueblo se considera cualificada para ejercer de anfitrión ante un cliente cada vez más exigente.

Hasta que llegue ese momento queda mucho trabajo por hacer, entre otras cosas, están pendientes de determinar los criterios de la nueva clasificación de categorías, y que procedimientos seguir para localizar todas las casas ilegales que existen.